Jesús está vivo y bien
Pilates les dijo a ellos, "¿Qué debo hacer entonces con Jesús quien es llamado Cristo?"
Todos respondieron, "Que sea crucificado".
Y el gobernador dijo, "Porqué, ¿qué mal ha hecho él?"
Pero ellos continuaron diciendo, "¡Qué sea crucificado!"
Cuando Pilates se dio cuenta que no podía hacer nada más que eso, tomó una decisión, bebió agua y lavo sus manos frente a la multitud diciendo, "soy inocente en la sangre de esté hombre justo, todos lo han visto."
Entonces toda la gente respondió diciendo, "Su sangre esta en nosotros y en nuestros hijos."
Entonces él libero a Barrabás a ellos y cuando había golpeado a Jesús, lo entrego para ser crucificado.
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús a la sala común y puso un gran grupo de soldados a su alrededor. Ellos lo ataron y le pusieron un manto color escarlata.
Y cuando hicieron una corona de espinos se la pusieron en su cabeza y una vara en su mano derecha, y se arrodillaron delante de él y se burlaban diciendo, "Alaben, Rey de los Judíos."
Le escupieron, y tomaron la vara y le pegaron con ella en la cabeza.
Y después de que se habían burlado de él, le quitaron su túnica y le pusieron sus propias ropas y lo llevaron para que fuese crucificado.