Anagó vocabulario lucumí. El yoruba que se habla en Cuba, de Lydia Cabrera y prologado por Roger Bastide, es junto al Catauro de cubanismos de Fernando Ortiz uno de los más completos vocabularios, o diccionario, de las lenguas de origen africano habladas en Cuba.
En la introducción, Lydia Cabrera, hablando de la pureza de la lengua yoruba que se conservaba en Cuba, escribe: Los yorubas, exactamente los de hace cien años, Pierre Verger y Alfred Metraux han podido comprobarlo recientemente, no han muerto en esta isla del Caribe. Su idioma no se ha extinguido, ya lo había visto Bascom, y nos parece muy lejos de extinguirse.
Estamos pues ante un completo y sutil vocabulario, clave para la preservación de las lenguas africanas en todo el continente latinoamericano. Un libro muy cuidadoso en el respeto y la indagación de la fonética y sus variantes locales del Yoruba.
Para expresar la magnitud de esta citamos a continuación unas palabras del antropólogo francés Roger Bastide:
Al terminar la lectura de este Vocabulario Lucumí, me he preguntado si no ha sido escrito por un hada, pues Lydia Cabrera ha logrado esta extraña metamorfosis, la de transmutar un simple léxico en una fuente de poesía.
Lo mismo que alcanzó a hacer en El monte de un herbario de plantas medicinales o mágicas, un libro extraordinario en el que las flores secas se convierten en danzas de jóvenes arrebatadas por los dioses, y en el que de las hojas recogidas se desprende todo el perfume embrujador de los trópicos.
Aquí, como alas de mariposas aún trémulas, están clavadas, palabras tras palabras, frase Lucumí y con ellas todo un mundo maravilloso, azul, púrpura y ébano para despertar y vibrar ante el lector, cuando lo abra.
Pero este libro que llamo, a pesar de su título: un libro de poesía, es también, bien entendido, y ante todo, un libro de ciencia. La poesía está en él como flor de ciencia.
No soy un especialista de lenguas africanas y no hablo como lingüista, de esta obra. No dudo que un hombre como Joseph H. Greenberg, que ha escrito un artículo tan pertinente como An Application of New World evidence to an African Linguistic Problem, u otros lingüistas preocupados por el método comparativo, encuentren en la obra de Lydia Cabrera una abundancia de datos de la mayor importancia para la fonética, tanto como para el estudio del posible cambio de los sentidos de las palabras cuando pasan de un grupo social a otro. Aunque los vocabularios de que disponemos en el Brasil son menos ricos, la comparación, la pronunciación de las palabras africanas en dos medios diferentes, no dejará de sugerirles observaciones interesantes, ya que pueden servir para conocer mejor las comunidades originarias de los negros transportados como esclavos.