Un hijo es de por vida. Su vida.
Tener un hijo es comprometerse para toda la vida.
Una vida ... ¿Pero cuál?
La de usted, primero que nada, pero también la de su hijo.
Hija o hijo, su niño no pidió venir al mundo.
Él o ella es el resultado de un amor profundo, una voluntad deliberada en el mejor de los casos, o un accidente en el peor.
Sin embargo, en todos los casos, el niño no es responsable de su nacimiento.
De su propia existencia.
Por lo tanto, él no es el autor.
Pero el hijo debe convertirse en un autor y actor de su propia vida.
Con una ayuda preciosa.
Inestimable.
¿Lo ha pensado?
Para comprender el universo y la sociedad que lo rodea, él o ella necesitará un aliado indispensable.
Sus padres.
Ustedes.
El papel de los padres
El estado parental le confiere más responsabilidades que derechos. Este es el trabajo más exigente.
Ser padre es ante todo estar de acuerdo en estar, casi siempre, en proceso.
Porque un niño constantemente busca:
- jugar
- explorar su entorno
- empujar los límites
- intentar, probar, aprender
- etc.
Entonces ella o él necesita a alguien a cargo que sepa cómo establecer límites espaciales y temporales.
Pero estos límites deben... retroceder.
Debido a que tienen que adaptarse al niño que crece, madura, debe volverse autónomo, debe convertirse en autor y actor de su propia vida.
Y todo esto solo puede hacerse si, por lo tanto, usted está preparado/a para evolucionar.
Para cambiar
Para estar en progreso.
Para eso, necesita una calidad indispensable.
Que se mantiene
La consciencia.
Pensar y actuar con conciencia y amabilidad
Muchas de las cosas que hacemos, los hábitos y comportamientos que adoptamos, son involuntarios, ni siquiera... conscientes.
Nuestras acciones a menudo son dictadas por nuestro pasado, nuestra sociedad, y no son pensadas o filtradas por nosotros.
¿Lo ha pensado?
De hecho, es importante practicar para pensar con anticipación sobre las enseñanzas que vamos a enseñarle a este niño, a este ser en crecimiento, de cuya construcción somos responsables.
Entonces, debemos ser conscientes de lo que le decimos a nuestro hijo, de sus preguntas, de nuestras respuestas. De nuestros prejuicios, nuestras creencias, nuestros reflejos...
Este libro cubre temas esenciales para anticipar dificultades, obstáculos y ayudarlo a darse cuenta de la importancia de la calidad de su ayuda consciente para su hijo.
Para que esta aventura humana, construida en conjunto, sea una de las más bellas de sus vidas.