El Cubo de Contención es una novela basada en hechos reales mezclada con sueños y fantasias de los personajes. Describe la cruda realidad dentro de un cuarto donde los adolescentes se ven forzados a vivir diariamente en un ambiente que, para nada, es propicio para ellos. Describen su realidad tal y como la viven, la sienten y la perciben. Una narración que despelleja a cada personaje hasta dejarlo en carne viva mostrando su realidad, su tragedia y sobre todo el bramido abatido pidiendo ayuda. Cada uno de ellos desgarra sus músculos, su integridad y su entereza para mostrarte un mundo al que nadie quiere mirar, que ignoran y sin embargo, existe. Ellos se muestran tal cual son. Chicos que quieren tener una subsistencia diferente a la tuya, la mía o cualquiera que conozcas. Son incomparables, son marginados y relegados a un cubo de contención formado por seis paredes donde el aire es tan pesado que cuesta mantenerse sano, erguido y con ganas de salir adelante. Ellas, las muchachas contenidas, te hablan de lo terrible de ser mujer y tener una vagina que todos desean poseer y alimentar con semillas llenas de pasión, deseo y brutalidad. Sin ruido y sin expectativas se encuentran sumergidos en la apatía de quien los cree locos y desadaptados. Vidas sin sentido de orientación, navegando en un mundo alternativo que ha sido creado y forjado para los niños especiales. En estas descripciones, de hermanos humanos, ellos piden auxilio para todo aquel que se encuentra inmerso en la pena, la depresión, la hiperactividad de un cerebro que fue maltratado desde el mismo día que fue concebido. Cargan una biología desintegrada químicamente por las sustancias del medio ambiente, los pensamientos y los comportamientos de quienes los cargaron nueve meses. Se les ha dado la espalda y en lugar de caricias y ser amamantados; han recibido desprecio, indiferencia, ignorancia y una carga negativa que no les permite girar con sus propias inercias. Han sido absorbidos por la nada olvidándose que existe un amanecer y un sol que siempre sale diferente recordándote que si hay un mañana mejor. Deseamos que cada historia sea entendida. Que cada mala palabra, dicho, frase local o grito desesperado se tome del contexto de la desesperación y la única educación que han recibido. Se ha tomado al pie de la letra el coloquial lenguaje de la época y la ocasión. Son chicos que no tienen inhibiciones, ni filtros. Ellos te hablan las cosas como las ven, las sienten y las entienden. Compartimos vidas ficticias y faltas de eco interior. Muchas inventadas y otras tantas programadas por la cultura, la sociedad y la ignorancia. Pedimos clemencia para los que han dañado, etiquetado, atacado y sobajado todas estas vidas. Suplicamos tu misericordia para que eleves una oración por quien ha hecho tanto daño. Te invitamos a compartir las experiencias y alzar la voz por aquellos que callan porque simplemente no pueden decir nada. Se la voz para millones de niños y jóvenes que están siendo dejados en un cubo de contención pagando una culpa que nos les pertenece. Escucharlos, leerlos y entenderlos es una decisión personal. Esperamos que su vida no te sea indiferente y que al mismo tiempo no altere tu diario vivir. Ellos solo quieren ser un granito de arena que forme el oasis donde pueden descansar y ser atendidos como personas y seres inocentes del daño otorgado. Son hijos, hermanos y muchos de ellos, padres. Niños teniendo niños para llenar un vacío que solo puede ser ocupado por la gracia de Dios y la curación de su espíritu. GRACIAS por cada acción y pensamiento que se le otorgue a cada uno de estos chicos que cargan una cadena tan pesada que les cuesta dar pasos hacia adelante y despegar hacia un futuro prometedor.