Cuando crei y recibi a Cristo, como mi Salvador y Senor, no tenia una comprension clara de como leer la Biblia, o de donde empezar a leerla. Asi que basandome en lo que habia aprendido en este mundo, en la escuela, por ejemplo, empece a leer la Biblia desde el principio, desde el libro del Genesis. Despues de todo, eso es lo que aprendi en la escuela, un libro se empieza a leer desde el principio.
Las historias del Antiguo Testamento me fascinaban, eran mejores y mas emocionantes para mi que las ensenanzas y mandamientos de Jesus en el Nuevo Testamento. Lo que no entendia, y lo que no me ensenaron, fue que yo habia creido y recibido a Jesucristo como mi Salvador y Senor. Que ahora era su seguidor, su discipulo, su siervo. Y como su siervo, yo tenia que empezar a leer del Nuevo Testamento primero, para empezar a aprender las ensenanzas, instrucciones y mandamientos de mi Senor, lo que el queria que ahora yo hiciera, y asi, empezar a ser obediente a su palabra. No sabia que tambien era un mandamiento de nuestro Padre Celestial, que nos dice en Hechos 3, 22-23, que debemos empezar a leer del Nuevo Testamento, para poder hacer lo que Jesus ahora nos dice que hagamos.
En el Nuevo Testamento, Jesus comienza a ensenarnos, sus nuevas leyes, y lo diferente de las antiguas, las que todavia debemos obedecer y hacer, y las que ya no hacemos.
Por ejemplo, la ley del ojo por ojo, o diente por diente, y otras que estan escritas en Mateo 5, 21-47. Otras como la circuncision, el dia septimo, sobre los sacrificios de animales, que clase de animales podemos comer ahora, y muchas mas. Tambien aprendi que otra razon por la que empezamos a leer del Nuevo Testamento, es para podamos entender lo que realmente Dios requiere de nosotros, para convertirnos en verdaderos cristianos, o en unos verdaderos seguidores de Cristo.
Para crecer espiritualmente, para desarrollar una relacion intima con Dios, y para estar completamente equipado para servirle. Tambien aprendi que a diferencia del Antiguo Testamento, Dios nos ha dado a cada uno de nosotros, los que ahora seguimos a su hijo Jesus, su Espiritu Santo, para ayudarnos y guiarnos en cada paso de nuestra vida espiritual con Cristo. Y asi poder vivir la vida santa que el ahora quiere que vivamos hasta el final, o hasta que Jesus vuelva.