Wilian Arias, gracias a su estilo poético atrae de alguna forma al lector, su carácter de oralidad representa un arma poderosa haciendo referencias muy concretas de interesarlo en lo que dice con la magia de lo narrativo; inunda la obra de vida y acción, le da calor, o movimiento, poder enigmático sobre el lector. Por otra parte sirve para desprender de esas situaciones, observaciones sociales que muestran un peligro de vida cotidiana del habitante de América
Aún así, "Mala y Modesta" nos habla de un análisis de la evolución psicológica y esta no está ajena a la realidad en que se vive generando un nuevo movimiento literario. Wilian Arias estudia la situación de su tiempo, la generaliza y por último la plasma en lo que es una gran obra literaria salvadoreña, transmitiendo sus ideas en una novela sin la cual no pudiéramos conocer la realidad de dicho tiempo, ya que todo escritor desde entonces se ha dejado influir de la visión que se tiene del desdoblamiento mental dentro de la literatura como un movimiento generalmente benéfico útil en el campo de la literatura, un movimiento que ahora se ve de forma diferente gracias a Wilian Arias, la historia no tiene mejor escritor que el mismo individuo que la vive.
En el campo de la literatura la comunicación juega un papel importante y existen dos formas posibles de llevarla a cabo, una de ellas, es el discurso oral y el otro, el discurso escrito. Estas dos modalidades poseen características propias y aunque tengan rasgos similares, tienen usos distintos en el lenguaje.
Ahora bien Williams Arias dentro de la novela Mala y Modesta aborda el tema de la oralidad desde diferentes rasgos de emotividad en el lenguaje, subjetividad, interrogantes, relaciones interlocutivas, las repeticiones y las expresiones enfáticas.
Por ello, hay referencias que funcionan como ejemplos demostrativos dando veracidad a dicho aspecto; en la obra se presenta una calidad humana además funciona algo muy antiguo que Wilian Arias utiliza con habilidad de narrador tocando claves emotivas que existen en todo ser humano. Entra en juego la subjetividad que convierte en democrática la oposición entre la realidad dada y voluntad transformativa de dicha realidad. Se enfrentan dos mundos, uno de los cuales encarnado en la voz del hablante principal; dramático y polémico. Lo ideológico se dramatiza hasta el nivel operístico y en gigantesco e indomable "yo" Ocupa de pronto el primer plano por encima de toda consideración intelectual.
De allí la perceptible angustia dramática que recorre toda la obra; interrogantes propuestas por el autor; diálogos, repeticiones, expresiones enfáticas relacionadas a la angustia y la lucha inútil de una mujer que solo tiene la indetenible voluntad de triunfar y esa lucha parece golpear contra un dramatismo que recorre la novela en toda su extensión.