"El poema es metalenguaje"
Dictamen del Jurado
Valoración
Consideramos que el poemario Maletas, la Metapoesía como equipaje, participando bajo el seudónimo Pasajeros en Tránsito, merece recibir el primer y único premio por las siguientes razones:

Se trata de un libro con temática unitaria, unicidad de sentido y estilo sin sobresaltos en cada uno de los textos.

De su lectura, se desprende que Maletas fue minuciosamente concebido como un poemario redondo.

II
Corresponde a un plan de escritura bien trazada el que, sin embargo, no es visible durante el flujo de su desarrollo, pleno de imaginación y libertades metafóricas, sin dejar de responder a la línea imaginaria sobre la que debe desplazarse el libro. En fin, que la estructura de Maletas ofrece al lector su casa de letras magníficamente construida -verso a verso, ladrillo por ladrillo-, porque ha retirado antes hábilmente los andamios. Esa característica es propia de todos los grandes libros.

III
Coincidencialmente o no, Maletas aborda el tema de una de las filosofías más actuales: el pensamiento de Byung-Chul Han, quien advierte la manera que las no-cosas van generando en los humanos una pérdida continua de la identidad por causa de la infomanía por vivir en la infoesfera (Internet, Big data, Inteligencia Artificial, Redes sociales), de la que el último remedio es fortalecer el lazo con las cosas: una fotografía, un dije, un piano, una maleta...

IV
Por último, he de destacar la sensibilidad del tema que ha escogido: el desarraigo, la condición diaspórica que padecemos tantos seres humanos, y que en la actualidad es tan brutalmente padecida por los latinoamericanos que mueren de insolación en los desiertos fronterizos, ahogados en mares procelosos o de sed e inanición en la selva del Darién: seres para quienes (como se dice en el prólogo) "la maleta se convierte en compañía, tiene cuerpo, piel, alma".

V
El título Maletas. La Metapoesía como equipaje, con el pseudónimo Pasajeros en tránsito" es un libro consistente, con una voz lírica que se mantiene a lo largo de los versos y que viene acompañada de recursos estéticos afortunados y sorpresivos. Si para el autor, vida y tiempo son un viaje, entonces la maleta es la vestidura corporal, la piel en la que se empacan experiencias, memorias, sensaciones, sutiles visiones de lo insondable:

"Asirla por el punto exacto / donde la tristeza / el viaje, la tierra y la despedida, / son porciones en el tiempo / donde precipitar lo irracional". En este sentido, su universo estético es metapoético porque llevar estos registros al plano de la escritura implica una reflexión en torno al quehacer mismo de la poesía:

"Encima del escritorio está el equilibrio del mundo / sobre la hoja blanca de proporciones infinitas / una sensación de vacío". Y así se abre paso a la angustia de la finitud: "Me rozan las agujas del reloj / se me acurrucan para engañar al tiempo / en el fondo la maleta ocupa un espacio / donde ya no quedan rincones".

VI
La maleta, ese objeto del que nos acordamos sólo cuando abrimos el clóset y nos aguarda, silencioso, quizá algunas telarañas y un sudario de polvo, representa la trágica condición humana: resistirse al olvido, saberse viaje, sentirse melodía y tiempo verbal en la superficie de la profunda e inalterable eternidad. También, en esta travesía, los instantes del amor: