Como los griegos antiguos, ¿es verdad que los Atlantes, habían constituido colonias en muchas partes del territorio europeo donde se originó la primera cultura humana? Es posible que ello hubiera sucedido en el Nuevo Mundo, mucho antes que Cristóbal Colón y el ejército de conquistadores españoles colonizara América? Eso creen algunos de los historiadores que han barruntado apartes de esa historia extraordinaria con hipótesis que presumen verdaderas y citan al filósofo Platón, que afirma su existencia, supuestamente antes de que el Continente de la Atlántida se hubiese hundido en el fondo del mar por causas desconocidas. No sobran en muchos escritos las cuartillas que describen a los Atlantes como poseedores de una estructura social en una civilización inimaginable y los describen poseedores de una economía industrial tan desarrollada que podría haber sido superior a muchas de las existentes en la actualidad.¿Qué le sucedió a ese pueblo maravilloso para no haber dejado rastro de sí y es verdad que se extinguieron todos sin dejar huellas o pruebas concretas de su avanzado desarrollo científico y cultural? La historia relatada en "El Mundo Después de los Sabios" nos cuenta el descubrimiento de Attala, una ciudad muy antigua por parte de un grupo de Colonos Españoles fundadores de la ciudad de Mompós en el siglo XVI, que habían huido de la persecución de la tenebrosa "Santa Inquisición" que les había llegado a la Ciudad de Dios como una maldición y que estaba determinada a someter los espíritus enemigos del dogma religioso, debido a que en aquella ciudad se habían instalado secretamente los primeros investigadores, supuestos enemigos de Dios y del Rey que se hacían preguntas, en el silencio del secreto, sobre el interrogante del origen de la primera vida y de otros temas considerados dogmas de fe cristiana, incluyendo la duda sobre el origen divino de los Reyes. La persecución de los patrocinadores del régimen del terror de la "Santa Inquisición", obliga a un grupo de seres de avanzada inteligencia a huir de la ciudad para evitar la tortura y la muerte de sus seres queridos. Entonces se ven obligados a arrastrar a sus familias por la tupida selva afrontando mil peligros sufridos, hasta el extremo de que la vida se agota en la aventura creyendo que el paso siguiente es la muerte inevitable. Pero gracias al azar, que es la fuerza del destino, descubren las ruinas de la ciudad perdida que había sido habitada por una raza de inteligencia superior, que aplicaron para crear la cultura civilizada cuyos logros científicos asombrosos impulsaron la labor de progreso de la inteligencia del hombre en todas las eras vividas donde estuvo presente la raza humana. El tema del progreso que allí se ve por doquier es tratado por el autor con el rigor interpretativo de la realidad que se vivió en aquella importante civilización de la que heredamos el principio de la investigación científica, que ha sido coincidente con el alcanzado por los hombres del mundo de hoy, solo que miles de años después.