Imagina o recuerda un día en tu trabajo, cuando perdiste el control y discutiste con ese jefe o compañero de trabajo, puede que hayas terminado a los golpes, terminado una amistad, o cambiado tu futuro profesional, todo por una situación emocional que se fue de tus manos.
Piensa que estás mirando un evento deportivo, y ante la impotencia de los desaciertos de tu equipo favorito, golpeas cosas, te pones de mal humor, discutes con alguien que está cerca en ese momento, no pudiste controlar tus emociones.
Recuerdas siempre a una persona que querías que fuera tu pareja, a la que quisieras haberle dicho lo que sentías, y siempre vuelves al recuerdo, y al cálculo de lo que podría haber pasado, si le hubieras dicho lo que querías, pero tus emociones te lo impidieron.
Una persona normal, en una discusión con otra, pierde el control, y la golpea, de tal manera que la mata o la deja con graves secuelas, terminando en la cárcel por muchos años, cambiando su vida y la vida de la otra persona, y de familiares y amigos de ambas personas, todo por un descontrol emocional.
Las situaciones son constantes, la impotencia de la persona que no puede manejar sus emociones, no es menor, como vimos, y son sólo algunos, de los innumerables casos que podríamos mencionar.
Deja de ser presa de tus emociones, mejora y desarrolla tu inteligencia emocional, toma control de tu vida.