Querer es poder, y ver es dudar. Imaginemos algo que los ojos no quieren ver, junto a lo que los ojos no pueden ver. Entonces tendremos como resultado la siguiente historia de unos niños llamados Luisito y Esmeralda, el uno no puede ver, y la otra no quiere mirar, con lo que ambos crean un mundo donde los ojos no tienen cabida.
Vivimos en una sociedad discapacitada que trata a sus habitantes como si fueran esclavos de un sistema donde poco o nada les importa lo que fue la esencia del ser humano. Para ello se valen de un elenco de individuos que destrozan con sus decisiones siempre al débil, que en este caso es el ser humano, e intentan destruir la vida de todo aquel que les venga en gana, porque se lo pueden permitir. No se trata del señor feudal en la edad media, sino del todopoderoso en la era de la globalización.
Este podría ser el caso de algún filoterrorista libanés con su secuaz cómplice tunecino junto a un un ex agente perdido de las SS belga, que al parecer no se ha enterado aún que la segunda guerra mundial se acabó hace más de medio siglo. Esta gente sin escrúpulos andan sueltos por la que pasará a la historia por ser la provincia más racista que ha existido en el siglo XXI. En este panorama tan gris asoma la cabeza un hombrecillo de corta estatura, y larga mano, con la que da de comer a muchos amigos del alma que pululan por el mediterráneo, a cambio de que le apalanquen sus negocios para construir castillos de aire con sucio dinero público.
Nos encontramos en un mundo donde se mezcla el canibalismo del ser maligno con el amor intenso del ser humano. No tenemos que perder nunca la esperanza, porque nosotros somos más fuertes que ellos. Cuando el ser humano quiere, puede, y así quedó patente en las revoluciones francesa, americana, y en una tercera revolución ciega que empezó con los sueños imposibles de dos niños que la sociedad les tachó de incapacitados porque los ojos de uno no pueden ver la realidad, y los de la otra no quieren que ésta sea vista. Así pues, no cabe mejor protagonista para este libro que los ojos, a ellos les dedicamos este libro, a tus ojos y a los míos. Ojo al dato, que viene una de esas historias de rabiosa actualidad, con unos niños que nos darán una lección de lo que es la vida.