"La historia del pequeño ratón"

Había una vez un pequeño ratón llamado Tito, que vivía en un agujero en el piso de una casa. A pesar de ser pequeño, Tito era muy valiente y curioso. Un día, mientras exploraba la casa, Tito descubrió una caja llena de deliciosas migajas de queso. Él sabía que no debía tomar el queso, pero no podía resistir la tentación. Así que, con cuidado, tomó una pequeña migaja de queso y la probó. Era tan delicioso que decidió volver a por más.

Pero cuando regresó a la caja, descubrió que estaba vacía. Tito se dio cuenta de que había sido descubierto por el gato de la casa, quien había comido todo el queso. Tito estaba muy triste y preocupado, temiendo que el gato lo atrapara.

Pero entonces, se le ocurrió una idea. Decidió construir una trampa para el gato y así poder recuperar su queso. Con paciencia y habilidad, Tito construyó una trampa con una cuerda y un pedazo de queso como cebo. Y entonces, esperó pacientemente a que el gato cayera en la trampa.

Finalmente, el gato se acercó a la trampa y se enganchó con la cuerda, permitiendo a Tito recuperar su queso.

Después de recuperar su queso, Tito se convirtió en un héroe entre sus amigos ratones. Pero él quería explorar más allá de su agujero en el piso de la casa. Un día, decidió salir a explorar el vecindario.

Mientras caminaba por el jardín, conoció a una hermosa mariposa llamada Rosa. Ella le enseñó sobre los diferentes tipos de flores y plantas del jardín. Tito se sorprendió al descubrir que había tantas cosas interesantes y hermosas en su vecindario.

Después de pasar un tiempo con Rosa, Tito se encontró con una gran rana llamada Juan. Juan era muy divertido y amigable, y le enseñó a Tito cómo saltar y nadar en el estanque del jardín. Tito se divirtió mucho aprendiendo cosas nuevas.

Luego, en su camino de regreso a casa, Tito se encontró con un viejo zorro llamado Samuel. Samuel era un poco solitario, y le contó a Tito sobre cómo había vivido solo en el bosque durante años. Tito se dio cuenta de que, aunque Samuel era solitario, era muy sabio y experimentado.
Tito regresó a su agujero en el piso de la casa con nuevos amigos y conocimientos.
Con el tiempo, Tito se convirtió en un líder entre sus amigos ratones y otros animales del vecindario, ayudando a resolver problemas y promoviendo la amistad y la colaboración entre todos ellos. Aprendió que la bondad y la generosidad son valores importantes, y que juntos, podían hacer grandes cosas.
También aprendió la importante lección de la paciencia, la astucia y que siempre hay algo nuevo que descubrir y aprender, incluso en su propio vecindario, y que cada animal tiene sus propias habilidades y conocimientos únicos que se pueden compartir. A partir de ese día, Tito se dedicó a explorar más allá de su agujero en el piso de la casa y a hacer nuevos amigos entre los animales del vecindario sabiendo así que la amistad y la colaboración son esenciales para tener una vida feliz y llena de aventuras
Tito y sus amigos vivieron felices para siempre, explorando, aprendiendo y ayudándose mutuamente en su vecindario.