El periodismo es una ventana a todas las actividades del género humano y fuente inagotable de fascinante información, que permite a quien lo ejerce, aprender sobre un universo de múltiples temas; desde aspectos relacionados con la seguridad local básica, lucha contra el crimen, narcotráfico; política local, estatal, nacional e internacional, educación, investigación médica y científica, todas las expresiones de arte as como conflictos armados, nacionales e internacionales, desastres naturales que hacen historia o el acceso a entrevistas con los principales protagonistas de la historia contemporánea. Pero eso, tiene un precio: determinación, paciencia y perseverancia.
Tras asegurar mi ingreso a "24 Horas" dirigido por el periodista fuera de serie Jacobo Zabludovsky, pionero de las noticias en la televisión Mexicana, quien creó el mejor equipo de comunicadores Mexicanos de todos los tiempos, vacunados contra la epidemia de protagonismo actual, en mi constante aprendizaje, llegué a pensar que ante tantas grandes figuras, pocas eran mis posibilidades de llegar a triunfar, pero, siguiendo el consejo de mi madre, no desmayé y en cuanto se me confirieron responsabilidades, me esmeré en no defraudar la confianza depositada en mí, lo que me abrió la puerta a toda una vida de enriquecedoras experiencias que ahora quiero compartir con estudiantes que no han decidido carrera, con los que acaban de graduarse en comunicación o con incipientes reporteros, cuyo trabajo ahora no parece ser por el momento muy prometedor.
A ellos quiero decirles que la competencia no pesa más que la determinación y que si lo deciden y trabajan por ello, no habrá obstáculos que les impidan conquistar las más grandes metas que se impongan en la vida.
Esta es parte de la historia de cómo lo conseguí yo.