En los Poemas de Julián del Casal se vislumbra su espíritu precursor del modernismo. Sin embargo, Casal es también una figura conflictiva que resultaba desconcertante en medio de los movimientos independentistas de la Cuba del siglo XIX.
En este sentido cabe recordar el encuentro de Casal con Antonio Maceo (líder militar de la insurrección cubana). Entre ellos hay un extraño diálogo. Son la encarnación de los ideales de libertad política y los ideales de libertad individual, de expresión del individuo hasta sus últimas consecuencias.
Casal tenía que hablar de las virtudes estéticas del militar. Se refirió a él siempre en términos literarios (tal vez para reservar a la poesía un espacio en la República que se estaba gestando).
Solo así un país ansioso de hacer de la política su gran tema podría respetar, en su dimensión más personal, a un poeta excéntrico y sofisticado sin exigirle una implicación violenta en su presente. No podía ser de otra manera siendo Casal alguien capaz de escribir estos versos:
Hastiada de reinar con la hermosura
que te dio el cielo, por nativo dote,
pediste al arte su potente auxilio
para sentir el anhelado goce
de ostentar la hermosura de las hijas
del país de los anchos quitasoles...
Por otra parte, la voluntad manifiesta de Casal de vivir como un hombre de letras, entregado a sus fantasías y a su hedonismo, y el estilo de algunas de sus prosas y poemas, anticipa el neobarroco de autores como Alejo Carpentier y José Lezama Lima.
La presente antología contiene poemas de de los libros Hojas al viento, Nieve y Bustos y rimas.