El fascismo brasileño es, sin duda, uno de los que pudieron extenderse y arraigar más en el subcontinente americano. Constituyó un verdadero movimiento de masas y a punto estuvo de llegar al poder. No podemos siguiera intuir lo que hubiera ocurrido en aquel país de no estallar en Europa la Segunda Guerra Mundial y enrarecerse las condiciones políticas en las que los movimientos fascistas debieron, a partir de entonces, actuar en todo el mundo.
El fascismo brasileño es importante porque en aquel movimiento se dio una perfecta traducción de los temas propios de los fascismos europeos a las características nacionales. La adaptación se realizó, en buena medida, a partir de los nexos de los militantes políticos brasileños con Portugal y con el integralismo que apareció en este país en el primer cuarto del siglo XX, pero también con los movimientos fundados por Hitler y Mussolini. No faltaron intelectuales que apoyaran al movimiento y facilitaran la amplia (y rápida) acogida que tuvo en aquel país.
La Acción Integralista Brasileña (Ação Integralista Brasileira) llegó a contar con millón y medio de afiliados e, incluso, aunque transformado, alterado, incluso desvirtuado, ha podido subsistir hasta nuestros días con otros nombres: Partido de Representação Popular, entre 1945 y 1965, su sucesor directo y, a partir de la subida al poder del régimen militar, como parte integrante de la Aliança Renovadora Nacional (ARENA) que apoyó al nuevo régimen y pudo subsistir como partido de masas hasta su disolución en 1979. Hoy el movimiento integralista sigue existiendo y demostrando cierto dinamismo.
A nadie se le escapa la importancia de Brasil: en la actualidad es la sexta economía mundial y el quinto país más poblado. Su papel político internacional se ha visto realzado al formar parte como socio fundador de los "países BRIC" (Brasil, Rusia, India y China"), como alternativa a "Occidente" (EEUU + UE).
Brasil lo tiene todo para convertirse en una "potencia regional" territorio, recursos, población, tecnología... Hemos intentado reunir toda la documentación que nos ha sido posible sobre la Acción Integralista Brasileña, sobre sus precedentes y sus sucesores, sobre sus dirigentes y su trayectoria política, pero hemos creído necesario -a la vista del desconocimiento generalizado sobre la política y la historia de Brasil- dar algunas pinceladas previas que permitan contextualizar la acción de este partido y de sus gentes. Por supuesto, una parte importante de este Dossier estará dedicada a Plinio Salgado, fundador, líder y doctrinario del integralismo brasileño. Con este dossier, iniciamos una serie dedicada a los fascismos iberoamericanos.