La vida transcurre apacible para John y Eileen Brady en su rancho de Arkansas.
Mark, su hijo mayor, que dirige eficazmente la explotación agrícola-ganadera más importante de la región desde que John lo dejara a cargo con apenas veinticuatro años, se ha convertido en cabeza de una familia numerosa, cumpliendo así su mayor aspiración personal.
Para Jason, el hijo mediano del matrimonio, las cosas no pueden ir mejor; se ha casado con Gillian, su alma gemela, y ha comenzado el año coronando su brillante trayectoria como entrenador de fútbol con una Superbowl.
Mandy, la única mujer de los hermanos Brady y una famosa cantante de música country, ha sacado a flote su carrera. Atrás quedaron sus años alocados que la convirtieron en objetivo de la prensa amarilla. Ahora tiene éxito en su profesión, está unida legalmente al único hombre que consiguió hacer que deseara sentar la cabeza y, para regocijo de sus padres, se enfrenta a un gran descubrimiento: su reloj biológico, algo que ni siquiera sabía que tenía.
Con el rancho a pleno rendimiento y sus tres hijos felizmente casados, John y Eileen disfrutan de una vejez tranquila mientras ven crecer a sus nietos y se preparan para el gran acontecimiento del año; la graduación de Patty, la joven huérfana que llegara al rancho con la etiqueta de "causa perdida" y que bajo la tutela de Mark ha conseguido encauzar su vida.
Sin embargo, a diferencia de lo que creen sus padres, Jason y su mujer Gillian sienten que su vida no está completa. Les falta algo que para ambos es fundamental y con la resolución que los caracteriza, deciden ir a por todas. Esta decisión, que para la pareja es la más importante que han tomado jamás, cubre de nubarrones negros el tranquilo firmamento familiar y amenaza con provocar la primera gran escisión en el seno de una familia tradicionalmente unida.
Ambientada en Arkansas durante el año 2009, esta nueva entrega muestra un momento clave de la vida de los Brady y, en especial, de la pareja formada por Jason y Gillian.
Simplemente perfecto es la más intensa, la más emocional de la serie Sintonías... Y su punto final.