Escribir un libro a partir de tu experiencia directiva y en relación a pensamientos que transcienden el día a día no es fácil, si bien es la forma de evadirse, el pensar en asuntos que te inquietan y transcienden lo que te rodea. Un ensayo se convierte en una proeza que puede ser visto con cierto recelo al tratar como fondo el tiempo, algo que no todos conocemos en su relación con el espacio, pero experimentamos y del que continuamente hablamos y estamos siempre mencionando. La reunión a tal hora, nos vemos mañana a las 5 de la tarde, te lo diré la próxima semana, vive 110 años, la Tierra tiene tantos millones de años, etc.
Pues sí, parece que es un vocablo recurrente muy manejado y usado, pero a su vez un gran desconocido con cuestiones filosóficas que nos hacen a veces desesperarnos al no poder entender o crear que todo tiene un sentido arbitrario cuando vemos desolación, muerte o miseria a nuestro alrededor. Pues con estos mimbres y mi experiencia profesional de más de 30 años me he embarcado en una aventura que me ha llevado 3 años, en mis tiempos libres (volvemos al tiempo) pero con mis reflexiones de muchos años, con una visión personal de lo que acontece en 2022 y la vista puesta en el infinito, como si esto se pudiera tener o al menos imaginar, una aventura que al menos mencionarla y perseguirlo da cierto vértigo pero también cierta tranquilidad si alguno piensa en el más allá, esté donde sea, pues seguro verá que hay cuestiones que son transcendentales aunque no ha sido mi pretensión buscarlas, no es un libro sobre la religión, más bien tiene un enfoque práctico de este siglo XXI con lo que podemos observar o contemplar en este mundo que no es poco.
Cuando escribes, como los éxitos en la vida, tienes personas que te elogian y otras muestran indiferencia o envidia y algunas incluso te pueden criticar afirmando que dices cuestiones que no son convencionales o qué opinas de una forma que no es la que se espera porque nuestra mente cultural no es la forma de pensar de una misma manera como sociedad que nos lleva a aceptar algunas cuestiones y a maldecir otras que con el paso del tiempo van cambiando como está siendo la sostenibilidad, la digitalización, la innovación la tecnología, aquello que ahora es tan común como el tiempo no se sabe exactamente que es aunque de igual forma se habla mucho de ello. Todos opinan y todos lo aplican, pero sin conocer muchas veces su trasfondo y el motivo de su uso.
Dejemos entrever si nos paramos a pensar, como si eso se pudiera, no estaría recapitulando lo que de este libro se trata, sino tal vez meditando lo que puede hacer el próximo día. Seamos sinceros, nadie sabe lo que es el tiempo porque saberlo es tener la respuesta a lo más trascendental a nuestra misma esencia para entender las cuestiones que nos hacen habitar en un tiempo finito algo infinito, o eso es para nuestros sentidos.
Las maravillas de la naturaleza suceden en un tiempo, incluso tenemos la vista imaginaria donde podemos situar a diferentes personajes encadenados en una sucesión de eventos, novela o cuestión baladí, pero con el trasfondo del tiempo. Al igual que la música se manifiesta en diferentes escalas concatenadas con tiempos y ritmos que nos dan el sonido y el mensaje musical. La misma comunicación, aunque a veces nos despista, es en intervalos y con un antes y un después.