Las historias de dragones siempre han fascinado a la humanidad. En todas las épocas y en todas las partes del globo terráqueo han aparecido imágenes de dragones, leyendas de ese animal mítico, ese arquetipo imperecedero de la cultura humana. Pero, si tantas referencias existen a través de los tiempos, quizás algo de realidad haya sobre la figura del dragón y de otra figura largamente referenciada: la serpiente... Los recuerdos se pierden en el tiempo, pero siempre queda su esencia. El arquetipo colectivo asocia al dragón con un ser infernal, dañino y cruel, pero ¿y si no hubiese sido así? Su origen podría remontarse al propio inicio de la consciencia humana, podrían estar muy ligados con nosotros. La mayoría de las culturas hablan de dragones, algunas de dragones buenos y otros pueblos hablan de dragones no tan buenos con forma de serpiente.
Esta novela no pretende ser una verdad, pero tampoco una mentira, tan solo el relato de una posible historia épica llena de motivos para soñar. La imaginación es creadora de sueños y éstos mueven nuestras vidas.
Tenemos que encontrar el equilibrio de las dos fuerzas que nos han rondado como especie: el bien y el mal. El justo medio será como el dragón blanco que equilibra las fuerzas terrestres que la serpiente del caos desestabiliza. En lo más profundo de cada ser humano se esconde esa semilla de la búsqueda del propio origen. Se ha pintado la historia original de capas y capas de pintura, para hacernos olvidar la creencia de que pudiendo conocer nuestro pasado, podremos conocer nuestro futuro.En esta novela ficciono sobre una posible historia de nuestro origen, pero en todas las palabras que nos cuenten sobre nuestro pasado, siempre encontraremos algo de verdad escondida tras una mentira que le da sombra...
En el mar de la historia, unas olas se acercan y otras se quedan solapando a las anteriores... Todo lo acontecido tiene muchas descripciones e interpretaciones...
La Historia tiene muchas caras, cada pequeño y preciso instante particular de cada uno de los seres que la pueblan, que han sido y serán son parte real de ella. Y la cara de lo real es lo que más se esconde para ahogarnos en la ignorancia. Nos han hecho creer que el origen de la humanidad fue en las tierras entre el río Tigris y el río Éufrates, ¿pero, y si el origen de la sociedad humana consciente hubiese sido en el sur oeste de la península ibérica, en tierras gaditanas, onubenses y extremeñas? La Historia está llena de recuerdos, de olvidos y de mentiras que forjaron leyendas negras...Nuestras raíces culturales se pierden en el tiempo de lo antiguas que son, pero, preferimos olvidarlas y crear otras en su lugar. Eso, es tapar la verdad de nuestro pasado por una mentira que es ahora nuestra verdad...